¿Por Qué Me Debería Importar la Tipografía?
Piensen en esto: llegas a un sitio web y el texto está súper pequeñito, con colores que apenas se distinguen del fondo, y las letras están tan juntas que se confunden unas con otras. ¿Qué haces? ¡Te vas! Y eso que probablemente tienes buena vista.
Ahora imagínense a alguien con dislexia intentando leer eso. O a una persona mayor tratando de entender información importante sobre su salud. O alguien usando un lector de pantalla que se traba porque las fuentes no están bien implementadas.
La tipografía no es solo diseño, ¡es usabilidad! Y acá viene lo genial: cuando arreglas los problemas de tipografía para que sea accesible, automáticamente mejora la experiencia para todos los demás usuarios también.
Los Dos Pilares que Tienes que Conocer
Para que una fuente sea realmente buena, necesita cumplir con dos cosas súper importantes:
1. Visibilidad
Esto es lo básico: que las letras se vean claras. El tamaño tiene que ser decente (mínimo 16px para el texto normal), el espaciado no puede estar súper apretado, y el contraste con el fondo tiene que ser suficiente para que cualquiera pueda leer sin forzar la vista.
2. Accesibilidad
Aquí es donde la cosa se pone interesante. No alcanza con que se vea bien para ti. Tiene que funcionar para personas con dislexia, adultos mayores, gente con problemas de vista, usuarios de lectores de pantalla... ¡la lista es larga!
Las WCAG: Tus Nuevas Mejores Amigas
Las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines) son como las reglas del juego para hacer sitios accesibles. Y tienen cosas súper específicas sobre tipografía que son re fáciles de implementar:
Contraste: Tu texto normal necesita una relación de contraste de 4.5:1 con el fondo. Si el texto es grande, podés bajar a 3:1. ¿Suena complicado? ¡Para nada! Hay herramientas geniales como WebAIM Contrast Checker que te lo calculan al toque.
Zoom: Los usuarios tienen que poder hacer zoom hasta 200% sin que se rompa nada. La clave está en usar unidades relativas como em o rem en tu CSS, no píxeles fijos.
Espaciado: Las líneas necesitan al menos 1.5 veces el tamaño de la fuente de separación. Los párrafos, 2 veces. Y entre letras y palabras también hay medidas recomendadas, pero la buena noticia es que la mayoría de fuentes modernas ya vienen con esto bien configurado.
Sans-serif vs. Serif: La Batalla Digital
En pantalla, las fuentes sans-serif (sin esas patitas decorativas) generalmente ganan por goleada. Arial, Verdana, Roboto, Open Sans... todas son geniales porque tienen líneas limpias y se ven súper claras incluso en tamaños chicos.
Las fuentes serif pueden verse lindas en papel, pero en pantalla a veces pueden ser problemáticas, especialmente para personas con dislexia. Aunque hay excepciones, como algunas fuentes serif diseñadas específicamente para accesibilidad.
Fuentes Inclusivas: Diseñadas Específicamente para Accesibilidad Web
Hay fuentes diseñadas específicamente pensando en accesibilidad:
Para dislexia: OpenDyslexic, Lexend, Atkinson Hyperlegible... estas fuentes tienen trucos geniales como bases más pesadas en las letras y formas súper distintivas para evitar confusiones. ¡Y funcionan re bien!
De diseño universal: Las UD Fonts fueron creadas para ser legibles para todos, incluyendo personas con discapacidades visuales. Son como el smartphone de las fuentes: diseñadas para que cualquiera las pueda usar.
Errores Tipográficos que Destruyen la Accesibilidad Web
Estos son los errores más comunes que veo por todos lados:
Texto súper chiquito: 12px ya no va más. 16px es el mínimo.
Líneas apretadísimas: Si las líneas de texto están muy juntas, es un lío para leer.
TODO EN MAYÚSCULAS: Es como gritar. Y además es más difícil de leer.
Colores que no contrastan: Texto gris clarito sobre fondo blanco? ¡No, por favor!
Demasiadas fuentes: Usar 5 fuentes diferentes en una página es como vestirse con rayas, lunares y cuadros al mismo tiempo.
La Herramienta Más Poderosa: Usuarios Reales
Acá viene lo más importante: todas las herramientas automatizadas del mundo no reemplazan a testear con usuarios reales. Puedes tener el contraste perfecto según la calculadora, pero si alguien con dislexia no puede leer tu contenido cómodamente, algo está fallando.
¡Y sabes qué? Muchos adultos mayores ni siquiera saben que pueden hacer zoom en el navegador. Así que incluir botones para cambiar el tamaño de texto o el contraste directamente en tu diseño puede ser un game-changer.
Prueba de Accesibilidad Práctica: El Test de Zoom al 200%
Prueba esto ahora mismo: anda a tu sitio web y haz zoom hasta 200%. ¿Todavía se puede usar? ¿El texto sigue siendo legible? ¿Los botones siguen funcionando? Si algo se rompe, ya sabes qué arreglar.
Beneficios de la accesibilidad web
Todo esto suena como mucho trabajo, pero la realidad es que una vez que le agarras la mano, se vuelve súper natural. Y los beneficios son enormes: mejor SEO, usuarios más contentos, menos rebote, y sobre todo, un sitio que realmente puede usar cualquier persona.
Además, cuando diseñas pensando en accesibilidad desde el principio, te ahorras un montón de trabajo después. Es como construir una casa con buenos cimientos: todo lo demás sale más fácil.
Construyendo una Web Más Inclusiva, Una Fuente a la Vez
La tipografía accesible no es solo hacer que tu sitio cumpla con regulaciones o que se vea "políticamente correcto". Es hacer que tu contenido realmente llegue a la gente que lo necesita. Es la diferencia entre crear un sitio que discrimina sin darse cuenta y uno que incluye por diseño.
La próxima vez que elijas una fuente, pregúntate: ¿puede mi abuela de 80 años leer esto cómodamente? ¿Alguien con dislexia va a poder entender mi contenido? ¿Un usuario de lector de pantalla va a tener una buena experiencia?
Si la respuesta es sí, estás en el camino correcto. Y si no... bueno, ¡ya sabes por dónde empezar!
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